Si bien es verdad que me podían los nervios y la inexperiencia total, también lo es que tanto Antonio como Jorge hicieron que lo olvidara y me sintiera como en casa.
La idea era esa, desnudarse por dentro y capturar emociones e instantáneas que hablan por sí solas.
En definitiva, innovar y darle ese toque personal de Antonio,
escapar del estereotipo común de "book fotográfico". Y aquí está el resultado,
una sesión de lo más natural, expresiva y con ese "algo" en cada foto que pocos profesionales como Antonio logra captar.
Una experiencia de lo más recomendable, eso sí, inigualable
sin este pedazo de profesional.
Artista! y de los pies a la cabeza!
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